Chapel for Our Lady Fatima

Inspirados por la fe y la espiritualidad, dos hermanos encargaron una pequeña capilla para honrar a Nuestra Señora de Fátima en su retiro rural en la región montañosa de Jájome, en Cayey. Ubicada entre viejos robles, la capilla se sitúa entre la entrada y la casa principal, ofreciendo privacidad y accesibilidad sin necesidad de escaleras ni rampas. Una pequeña plaza de entrada con una piscina reflectante y un banco de concreto separa la capilla del acceso vehicular, creando un espacio tranquilo para la reflexión antes de ingresar.

La capilla, una estructura de concreto expuesto y madera, descansa sobre un pedestal hundido, creando la ilusión de un volumen «flotante» dentro del bosque. Una suave rampa guía a los visitantes hacia una plataforma, integrando el entorno natural con el espacio sagrado. El altar, ubicado frente a un mural de azulejos portugueses, está orientado hacia el este y rodeado por paneles de vidrio que llenan el área de luz natural. A la izquierda del altar, una pequeña pila bautismal se encuentra bajo un tragaluz, mientras que una estatua de la Virgen completa la disposición sagrada.

El techo de la capilla cuenta con tres lucernarios dedicados a los niños Marto—los pastores que presenciaron la aparición—permitiendo que la luz occidental se filtre en el interior. Las paredes norte y oeste están compuestas por portones de acero revestidos de madera que pueden abrirse hacia la plaza para reuniones más grandes, asegurando la adaptabilidad de la capilla y manteniendo una conexión con la naturaleza.